Consulta médica general:

$25.000

La consulta médica veterinaria general a domicilio es un servicio ideal para evaluar el estado de salud de perros y gatos en un entorno tranquilo y seguro, sin necesidad de traslados ni estrés. Nuestro servicio de atención veterinaria a domicilio en Santiago incluye un examen físico completo realizado por un médico veterinario, revisión de signos vitales, evaluación del historial médico, diagnóstico clínico (si corresponde) y orientación sobre tratamientos, alimentación o prevención. Es una excelente alternativa para consultas de rutina, seguimiento de enfermedades crónicas o cuando se detecta alguna alteración en la conducta o condición física de la mascota. Este servicio es parte fundamental de la medicina veterinaria preventiva a domicilio, enfocada en el bienestar animal.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Qué incluye una consulta médica veterinaria general a domicilio?

Incluye un examen físico completo por parte de un médico veterinario, revisión de síntomas o signos clínicos, evaluación de antecedentes médicos, diagnóstico presuntivo o derivación si corresponde, y recomendaciones médicas o terapéuticas.

¿Puedo solicitar este servicio si mi mascota presenta síntomas?

Sí, esta consulta es apropiada tanto para evaluaciones preventivas como para consultas por síntomas clínicos, siempre que no se trate de una urgencia vital.

¿Se puede iniciar tratamiento durante la misma visita?

En muchos casos sí. El veterinario podrá indicar y comenzar un tratamiento en el momento si el caso lo permite y si se cuenta con el medicamento necesario. En casos más complejos, se pueden indicar exámenes adicionales o derivación.

¿Qué pasa si se requiere un examen adicional o procedimiento?

Si durante la consulta se considera necesario tomar exámenes (como hemograma, bioquímica, ecografía, etc.), se puede agendar una visita complementaria. También se puede emitir una orden médica para que el tutor los realice en una clínica de apoyo.

¿Por qué es recomendable una consulta veterinaria a domicilio?

Evita el estrés del traslado, permite una evaluación más precisa en el entorno habitual del animal y mejora la colaboración del paciente. Es ideal para mascotas ansiosas, mayores, enfermas crónicas o con movilidad reducida.